Sin lugar a duda, no puede haber relación amorosa entre dos personas si no empezamos a amarnos a nosotros mismos.
¿Cuántas veces hemos pronunciado frases de amor hacia otra persona pero nos olvidamos de decirnos frases amorosas a nosotros?
¿Cuántas veces hemos entregado todo por alguien más, haciendo a un lado nuestras propias necesidades o deseos?, ¿Cuántas veces has postergado tus planes, sueños o proyectos por complacer a alguien más?
Ese es justamente el tipo de amor propio al que me refiero en esta ocasión y no se trata de ser egoístas, sino de ser auténticas con nosotros. Se trata de procurarle un tiempo y un espacio de cuidado a la persona que te acompañará el resto de tu vida: tú.
Sé que no es tarea fácil romper esos patrones de descuido y frases aniquiladoras que día tras día nos repetimos de manera automática e inconsciente ante cualquier descuido o equivocación que cometemos. Pero, también sé que la falta de amor hacia nosotras mismas tiene repercusiones graves en nuestra salud, en nuestra actitud hacia quienes nos rodean y en la manera en que resolvemos nuestro día a día.
Por eso, hoy te comparto mi top 5 para el amor propio, o lo que es lo mismo: te amo pero me amo más a mí mism@.
1-. Escúchate: Sí. Hazte caso. Esa voz interna que te dice que huyas del peligro, que des vuelta en la calle correcta, que te quedes callad@ o que digas no, sí existe, es real, y es tu voz sabia que proviene de tu interior. Date permiso de escucharla más seguido y así conectar con tu esencia. Date permiso de expresar tus emociones, inquietudes, sueños, angustias, dudas, miedos, planes, alegrías, etc. Todas las emociones son válidas y son lo que te hacen humano. Permite que tu cuerpo se exprese y dale la atención y el cuidado que tanto necesita.
2-. Aliméntate con cosas nutritivas. Alimentarnos significa nutrirnos el cuerpo y el alma pero no solo de comida vive el hombre. Nutrimos nuestro ser con experiencias, con actividades, con energía positiva, con música, con información interesante y con gente que nos impulse a ser mejores. Cualquier cosa es válida siempre y cuando tu corazón esté feliz y tu alma esté en paz, tranquila y llena.
3-. ¡Haz un detox! Saca ya de tu vida todo aquello que no te hace sentir bien. Deshazte de lo que no te queda, de lo que no te hace feliz, de lo que ocupa espacio y ya no necesitas. Libérate de las creencias que limitan tu crecimiento y tu felicidad. Aún y cuando estas decisiones impliquen poner distancia con la gente que no te valora, que no ve tu lado luminoso o que simplemente contamina tu espacio vital. (tu amiga de la primaria, tu primo o tu mamá). Ten el valor de limpiar tu clóset interno para que seas capaz de recibir lo bueno que hay y llega a tu vida.
4-. Perdónate. En lugar de flagelarte, culpabilizarte y victimizarte por los errores que has cometido, aprende de ellos. Perdónate, suelta y libera. No hay nada más desgastante que seguir dándole vueltas a lo mismo y sentirnos tristes, frustrados o enojados por los errores que ya cometimos en el pasado. Reconoce que eres humano, que te equivocas, ofrece disculpas a quien lo requiera y continua tu camino con la frente en alto. Es de humanos errar y tú y yo y todos lo hacemos.
5-. Agradécete. Sé compasivo contigo, siéntete orgullosp de tus logros por pequeños que sean. No es necesario que viajes a la luna o que corras un maratón. Cada cosa cuenta. Cada detalle suma. Cada acción multiplica. Sé tú. No te compares con nadie porque nadie es igual a ti. Tú eres único: celébrate y agradécete por cada paso que has dado en este camino y por los que aún te faltan por recorrer.
La vida es hoy. Disfrútala y celébrala sintiéndote dichosa de ser quien eres. Todos los días hay una nueva oportunidad de mejorar, de cambiar, de emprender y de ser felíz.
Te deseo un día de San Valentín con mucho amor del bueno, del que solo tú te puedes dar.